Eladia Bautista y Patier entendió la poesía como algo más que un género literario: como su idioma de vida, como la forma más natural de decir el mundo, y de pensarlo. Cantó la realidad en versos frescos y sencillos, jugó con las palabras y con las imágenes —en su poesía se hace fuerte la belleza—, y se adentró en temas graves y complejos —la esclavitud o el servicio militar obligatorio—, combatiéndolos desde la luz de la razón. Yo invoqué a las nueve hermanas, antología con edición de Fran Garcerá, recoge algunos de los mejores poemas de esta escritora con la que se despide el siglo XIX, y transita por las principales preocupaciones de Bautista y Patier: una autora de vocación tenaz, con paso firme en esa vía alternativa —estética y temática— construida por las poetas de su tiempo.
Eladia Bautista y Patier (Morella, Castellón, ca. 1845-Mula, Murcia, 1907) publicó muy pronto sus poemas en publicaciones nacionales e internacionales. Algunos de estos textos formaron parte de su primer libro, Poesías, editado en 1870. Mostró su convicción social contra la esclavitud, las quintas militares o las convenciones sociales en lo referente a la orfandad. En 1878 y 1879 obtuvo —respectivamente— el accésit y el Laurel de Oro de los Juegos Florales de Murcia. En 1891 publicó El niño Jesús de Belén. Poema religioso, y en 1904, otro volumen titulado Poesías.
Collage de cubierta de Francisca Pageo.
Edición de Fran Garcerá.
60 páginas.
A la venta el 15 de marzo de 2021.
4,90 €
ISBN: 978-84-121693-1-7.
IBIC: DCF.